Ángel Barredo, un jubilado de 71 años que ha estado desde el inicio en la lucha del barrio de Gamonal en Burgos, se emociona contando su experiencia y sus esperanzas a un presentador de televisión.
"Lo de ayer que se vivió aquí fue un estado de excepción. No se pueden dar patadas a las puertas, a los portales, sacar a la gente, a vecinos... Esas actitudes crean más violencia que la que tratan de reprimir".
"Te podría dar muchas razones por las que me muevo pero te podría dar dos que aparentemente son contrapuestas: rabia y esperanza. Mucha rabia creo que tenemos hoy mucha gente en España, no se puede gobernar como lo están haciendo, no se puede tener a una juventud sin sueños, sin esperanza. Eso nos mueve".
"Yo tengo hijos, tengo nietos. Quiero para ellos una sociedad, quiero un barrio donde la gente se pueda decir buenos días sin asustarse, quiero una nación con más humanidad, no podemos seguir así. Y la esperanza es ver a esos jóvenes que están aquí reunidos en asamblea compartiendo sueños y compartiendo esperanza. Nosotros, los mayores, estaremos detrás de ellos, pero ellos están ahí. Hemos abierto espacios de autoorganización para los jóvenes, ellos son el futuro y los que tienen que pelearlo. Aquí nos tendrán a nosotros los mayores pero no rompamos los sueños que empiezan a nacer en esta España".
"Llevamos muchos años de una política desastrosa. Se gobierna la ciudad en función de intereses empresariales, y todos sabemos quién es aquí el que dirige esos intereses empresariales, que es el señor Antonio Miguel Méndez Pozo, uno de los condenados en el 'Caso de la Construcción'. Ya está bien, ya está bien".
"Este barrio lo hemos diseñado los vecinos, todas estas casas tienen 50, 60, 70 años. Están mal hechas, no se puede cavar aquí y dejar que empiecen a salir rajas, como ha habido en otros aparcamientos. Este diseño de esta ciudad la hemos hecho nosotros, los vecinos, y no es esta la primera pelea que tenemos".
"Hay un barrio empujando. Empezamos unos pocos una asamblea mayoritaria, fuimos pacíficamente, se han hecho varias manifestaciones y no ha habido nunca respuesta de nada. Se ha tenido que llegar a estados a los que no quisiéramos que se llegase para que se escuche, por lo menos se escuche. Queremos provocar respuestas".
"Lo de ayer que se vivió aquí fue un estado de excepción. No se pueden dar patadas a las puertas, a los portales, sacar a la gente, a vecinos... Esas actitudes crean más violencia que la que tratan de reprimir".
"Te podría dar muchas razones por las que me muevo pero te podría dar dos que aparentemente son contrapuestas: rabia y esperanza. Mucha rabia creo que tenemos hoy mucha gente en España, no se puede gobernar como lo están haciendo, no se puede tener a una juventud sin sueños, sin esperanza. Eso nos mueve".
"Yo tengo hijos, tengo nietos. Quiero para ellos una sociedad, quiero un barrio donde la gente se pueda decir buenos días sin asustarse, quiero una nación con más humanidad, no podemos seguir así. Y la esperanza es ver a esos jóvenes que están aquí reunidos en asamblea compartiendo sueños y compartiendo esperanza. Nosotros, los mayores, estaremos detrás de ellos, pero ellos están ahí. Hemos abierto espacios de autoorganización para los jóvenes, ellos son el futuro y los que tienen que pelearlo. Aquí nos tendrán a nosotros los mayores pero no rompamos los sueños que empiezan a nacer en esta España".
"Llevamos muchos años de una política desastrosa. Se gobierna la ciudad en función de intereses empresariales, y todos sabemos quién es aquí el que dirige esos intereses empresariales, que es el señor Antonio Miguel Méndez Pozo, uno de los condenados en el 'Caso de la Construcción'. Ya está bien, ya está bien".
"Este barrio lo hemos diseñado los vecinos, todas estas casas tienen 50, 60, 70 años. Están mal hechas, no se puede cavar aquí y dejar que empiecen a salir rajas, como ha habido en otros aparcamientos. Este diseño de esta ciudad la hemos hecho nosotros, los vecinos, y no es esta la primera pelea que tenemos".
"Hay un barrio empujando. Empezamos unos pocos una asamblea mayoritaria, fuimos pacíficamente, se han hecho varias manifestaciones y no ha habido nunca respuesta de nada. Se ha tenido que llegar a estados a los que no quisiéramos que se llegase para que se escuche, por lo menos se escuche. Queremos provocar respuestas".
