Ada Colau exige a los diputados que se pongan en la piel de los miles de desahuciados
Con dos horas de adelanto, Ada Colau abrió la enorme puerta de la sala Cánovas del Congreso de los Diputados de Madrid. Se sentó en uno de los pupitres de madera de la última fila y sacó de su mochila una carpeta azul llena de folios y un fajo de sobres “llenos de propuestas razonables” que luego repartiría a cada uno de los grupos parlamentarios (a excepción de UPyD, que no se presentó). Cargaba también una misión: la de trasladar a los pocos diputados que acudieron este martes por la tarde a la Comisión de Economía y Competitividad el discurso crítico que se repite en la calle cada vez con más fuerza.
“Ha sido mi primera intervención parlamentaria. Se nota que este no es mi ambiente”, declaraba la portavoz de la PAH a la salida de comparecencia, casi dos horas después, acalorada y todavía bastante nerviosa. Había aprovechado la oportunidad. Como bien le recordó el Grupo Popular, el Congreso le había abierto las puertas y ella no lo había desaprovechado. Presentó, una vez más, las “demandas mínimas” y urgentes para poner fin a la “estafa generalizada” de los desahucios y acabó apuntando directamente a los 20 diputados (de los 58 que forman la Comisión de no obligada asistencia) que estaban en frente.
Realizó un diagnóstico preciso y contundente en veinte minutos del trabajo, las preocupaciones y las aspiraciones de cuatro años de camino de una plataforma ciudadana “que está haciendo lo que deberían hacer las instituciones públicas: frenar los desahucios”. Fue en calidad de experta y a sabiendas de que las propuestas que representa no tienen carácter vinculante con la necesaria modificación del Proyecto de Ley para reforzar la protección a los deudores hipotecarios. “¿Creen ustedes que el Congreso es la máxima expresión de la democracia y que debe trasladar las demandas de los ciudadanos?”, preguntó. “¡Sí!” respondió unánime la bancada popular. “Pues a ver cómo se atreven a no admitir a trámite una demanda que cuenta con el amplio respaldo de la ciudadanía”.
Pero la calma tensa reventó cuando Colau hizo alusión a su predecesor en la mesa de comparecientes. Javier Rodríguez, el vicesecretario General de la Asociación Española de Banca, trató de exculpar al sector que representa de toda responsabilidad de la crisis y de intentar blindar la legislación hipotecaria actual. “Puesto que la crisis económica es de esperar que sea temporal, las medidas a tomar no pueden ser más que transitorias, temporales y paliativas”, explicó.
Tras negar el representante de la banca la práctica de lanzamientos (desahucios) actualmente y advertir que “si se toca el crédito futuro será menos y en peores condiciones”, Colau enfureció. Desde su asiento en la última fila resoplaba y se echaba las manos a la cabeza. Una vez frente a los diputados, en cuanto tuvo ocasión, espetó: “Dejen de tratar como expertos a los criminales que nos han llevado a esta situación”. El presidente de la comisión, Santiago Lanzuela, reconoció al fin de la intervención de Colau que no le pudo llamar al orden porque no es diputada, pero la acusó de verter “graves acusaciones” contra Rodríguez y la emplazó en dos ocasiones a retractarse de lo dicho “para que no conste en acta”. Pero no, no cedió. Respondió: “Hay muchas formas de insultar y el anterior compareciente lo ha hecho a miles de personas diciendo que los desahucios no existen”.
Pero el tono contundente del discurso fue a más: “Estamos en un punto de inflexión. La ciudadanía ha demostrado tener una gran dosis de paciencia y nos hemos empecinado en agotar todas las vías administrativas, pero si ustedes no admiten a trámite la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) el próximo martes, nos estarán legitimando para dar un paso más. Aumentaremos la presión social”.
La portavoz reiteró la idea lanzada la semana pasada la PAH de que “señalará” a los diputados que obstaculicen que la ILP llegue a ser discutida en el Congreso, por lo que emplazó a los diputados a la reflexión. “Póngase ustedes en la piel de quien está viviendo todo esto. Hagan examen de conciencia y voten yendo más allá de los grupos parlamentarios”, lanzó. Pero la frase no fue bien recibida. Los diputados populares (menos de diez en ese momento) se sintieron interpelados y ofendidos: “Nos está amenazando”, repetían a viva voz. El portavoz de Izquierda Plural, Joan Coscubiela, en plena sintonía con la activista, puntualizó que él no se había sentido aludido y -al igual que en esa ocasión, el PSOE y Amaiur-, hizo público una vez más el apoyo de su grupo a la lucha de la PAH.
El martes Ada durmió en Madrid pues, pese a ser la única de las conferenciantes que se había trasladado de Barcelona y haber solicitado un cambio de horario, su turno fue el último, a las 20:00 horas. Una hora en la que, como ella mismo explicó, “es difícil tener un hueco en los telediarios”. Pero no le hizo falta, las redes sociales se lo hicieron. Durante su discurso, Ada ya era Trending Topic en Twitter. El próximo martes, algún representante de la PAH volverá a caminar por los pasillos del Congreso, pues se decide si se admite a trámite la ILP. “El Partido Popular dirá si escucha al pueblo o no”. Pero eso será la próxima semana.
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